La soberanía alimentaria
soberanía alimentaria
“La especulación sobre los alimentos básicos,
aunque sea legal, es un crimen contra la humanidad que los países
democráticos deben impedir”.
Jean Ziegler, ex relator del derecho a la
alimentación de la ONU
La
soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a alimentos
nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles, producidos de forma
sostenible y ecológica, y su derecho a decidir su propio sistema
alimentario y productivo.
Esto pone a aquellos que producen,
distribuyen y consumen alimentos en el corazón de los sistemas y
políticas alimentarias, por encima de las exigencias de los mercados
y de las empresas.
Defiende los intereses de, e incluye a, las
futuras generaciones. Nos ofrece una estrategia para resistir y
desmantelar el comercio libre y corporativo y el régimen alimentario
actual, y para encauzar los sistemas alimentarios, agrícolas,
pastoriles y de pesca para que pasen a estar gestionados por los
productores y productoras locales.
La soberanía alimentariada
prioridad a las economías locales y a los mercados locales y
nacionales, y otorga el poder a los campesinos y a la agricultura
familiar, la pesca artisanal y el pastoreo tradicional, y coloca la
producción alimentaria, la distribución y el consumo sobre la base
de la sostenibilidad medioambiental, social y económica.
La
soberanía alimentaria promueve el comercio transparente, que
garantiza ingresos dignos para todos los pueblos, y los derechos de
los consumidores para controlar su propia alimentación y nutrición.
Garantiza que los derechos de acceso y a la gestión de nuestra
tierra, de nuestros territorios, nuestras aguas, nuestras semillas,
nuestro ganado y la biodiversidad, estén en manos de aquellos que
producimos los alimentos.
La soberanía alimentaría supone nuevas
relaciones sociales libres de opresión y desigualdades entre los
hombres y mujeres, pueblos, grupos raciales, clases sociales y
generaciones.